lunes, 13 de abril de 2015

Constelación

Nadie sabe aún con certeza como fueron las cosas. Por lo que he oído, imagino que debió ser más o menos como sigue. Aquella tarde su amiga le dijo que su novio, no el novio de la amiga sino su propio novio, la quería invitar a tomar un trago en el bar del Hotel Constelación, donde la amiga trabajaba. Extraño, pensó ella. Hoy es martes, sabe que mañana trabajo y, en los meses que hace que salimos, nunca hemos quedado entre semana. Solían quedar las tardes de los viernes y a partir de allí, cuando era posible, el fin de semana. Tampoco vivían tan lejos entre ellos para quedar en aquel hotel tan distante de sus casas. Extraño, pensó. ¿Por qué no me lo ha dicho directamente y me lo tiene que decir a través de mi amiga? Quizás no tiene saldo en el teléfono. Pero si me quiere invitar a tomar algo en aquel hotel, que no es tan barato, debe tener dinero para saldo y llamarme. Extraño, siguió pensando, ¿por qué estará proponiendo esto? Esta pregunta también se la hizo a su amiga. La amiga le contestó que quizás tenía algo que decirle, quizás quiera hacer algo más, ya sabes cómo es él. Ya, respondió ella, pero tú sabes que no me gusta follar fuera de casa. Si quiere hacerlo que espere el fin de semana y lo hacemos en mi casa, no allí ni en ningún otro sitio.

Unas horas más tarde recibió, esta vez sí, la llamada del novio para concretar la hora del encuentro. Se le notaba alegre y con ganas de encontrarse. Ella le dijo que era martes y este no es día, que esperaran al viernes. El insistió e insistió. Terminó presentándose. También fue su amiga y estuvieron un rato los tres tomando cerveza. La amiga tuvo que dejarlos pues empezaba su turno en el hotel. Siguieron hablando y, especialmente él, tomando. Él estaba locuaz, dicharachero, sonriente. Ella callaba y sonreía con alguna ocurrencia.

Suele ser frecuente observar la actitud callada de las mujeres. Como absortas en otros pensamientos o refugiadas en la nada, allí donde tiene asiento la ausencia y desde donde puede que sean más presentes que nunca. Lo ves en cualquier rincón. Mujeres que o hacen algo o se quedan inmóviles, con la mirada perdida, sin importar demasiado que hayan distractores cerca. Saben que lo que puede distraerlas está a su alrededor, pero no las alteran ni perturban, salvo que sea estrictamente necesario. A veces pueden parecer somnolientas o dormidas, pero estoy seguro que están inmóvilmente presentes. Como refugiadas en un silencio de siglos que conservan en su alma como se retiene el fuego.

No se necesita imaginar demasiado para entender que tras la cena, unas alitas de pollo y plátanos fritos, él empezaría a hostigarla. Las cervezas se acumulaban vertiginosamente tanto en la mesa como en su cuerpo. Empezó ya a proponerla quedarse en el hotel. Casi no había ninguna habitación ocupada y fácilmente podrían quedarse en cualquiera de ellas. Ya sabía él lo que pensaba de esto. No quería. Solo los fines de semana y en su casa. Para nada en un lugar como un hotel. Medio nerviosa se levantó de la mesa y fue a buscar a la amiga que estaba en la cocina. Salieron un momento y le explicó lo que pasaba. Ella la escuchó, trató de comprenderla a la vez que calmarla. Le dijo que ella se quedaría también a dormir en el hotel, en el cuarto de los empleados. Apenas había clientes y ella estaría pendiente. No entendía nada. Hablaba con la amiga para que la ayudara a salir y solo parecía ofrecerle protección para la noche, como dando por supuesto que se iba a quedar allí.

Hay cosas que pasan tras las puertas que nadie sabe. A menudo ni los que están tras las puertas. Se encerraron. Cayó una tormenta con relámpagos. Pasaron las horas. La lluvia cesó. No eran ni las cuatro cuando ella fue a hacer la necesidad menor en el baño que estaba en el patio del hotel. El rompió, se oyó, una botella y fue tras ella. Poco después, bajo la puerta, la mancha de sangre se extendió por el patio.


Así, poco más o menos me explicó Melania como murió su hermana de 20 años, hace apenas un año y medio. A él aún lo están buscando. O quizás ya no. 

2 comentarios:

  1. La violencia es part de la vida pero es terrible i especialment quan ens arriva el seu relat d'aprop

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  2. Quina historia tant tant trista !!!!!!

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