Frangipani
En lo más alto de
la colina, bajo la cual se desparrama Pemba, está el cementerio. Es tal vez el
lugar más limpio y bien cuidado de la ciudad que enriquece su situación de
privilegio.
El cementerio
depara no pocas sorpresas. Está dividido en cuartos, cada uno de los cuales
parece tener vida propia. Algunos tienen sus especificidades, otros solo existen
por la necesidad de ir ampliando. Pero hay elementos comunes. Ya hemos dicho el
de la limpieza. Otro es la no discriminación entre cristianos y musulmanes. Las
tumbas de unos se alternan con las de los otros. Otro sería la presencia de los
frangipanis, o también conocido como sajuancoche en Nicaragua. El árbol que es omnipresente
en el cementerio, con distintas densidades en cuanto al número en los
diferentes cuartos. Sería el equivalente
del ciprés de España. El frangipani es un árbol no muy alto, con copa y permanentemente
florido. Por el contrario tiene relativamente pocas hojas, al menos en esta
época del año. No sé cómo será cuando lleguen las lluvias. En el
cementerio son de flores blancas y el que tengo en casa tiene las flores
rosas. Las flores son discretamente olorosas y recuerdan de lejos al del
jazmín. Los pétalos, en permanente recambio, caen al suelo y lo alfombran
temporalmente. No tardarán en venir los empleados a barrer.
En uno de los
cuartos, sin duda el más solemne, yacen los restos de los marineros británicos
e indios que, con un portugués y un desconocido, fallecieron en una de las
navidades de los años de la gran guerra. Las sobrias lápidas con la elegante tipografía
británica dan razón de cada uno de los soldados. En contraste en otro cuarto, también
con acento militar pero mucho más sencillo, descansan los militares
mozambicanos.
El secreto de la
limpieza y del cuidado tiene que ver con una historia de amor. Un portugués que
perdió a su esposa sufraga los gastos de conservación y mantenimiento del
cementerio para que el lugar esté siempre perfecto en honor a la mujer que
tanto amó. La tumba de ella es tal vez la que más destaca sin ser extremadamente
ostentosa.
Seguro que no me leerán pero agradezco mucho la compañía y las explicaciones que me dieron los empleados y responsables de mantener este lugar tan bello. Incluyo una foto de ellos.