Still I Rise
Ayer Carmen me
envió una poesía de Maya Angelou. No sé si sería demasiado decir que es “la poesía”
de Maya, Still I Rise. Pero no solo me la envió sino que lo hizo con un you tube
en el que se puede oir su voz inconfundible e imágenes de su vida. Lo dejo aquí
para quien quiera experimentar una emoción profunda.
Pero el motivo de
escribir sobre ella hoy es por la conexión que experimenté. Maya fue violada por el novio de su madre a los 8
años. Alguien que presenció la escena
mató al violador, golpeándolo hasta la muerte. Como consecuencia de
aquella experiencia Maya quedó muda. Tuvo una vida tormentosa que relató en un
libro autobiográfico : I know why the caged bird sings. Quedó embarazada a los
16 años. Con todo para ser una persona desgraciada y ayudada por una profesora,
recupera el habla y muchas más cosas para convertirse en un ser humano de los
grandes.
Recuerdo que trabajando en El Salvador un taxista me contó, en un viaje largo, una parte de su
historia. A los doce años presenció la violación de su madre por un hombre. En
aquel mismo instante agarró una piedra y la estrelló contra la cabeza del
hombre destrozándole el cráneo. Aquella capacidad de matar tuvo dos efectos,
saciar la necesidad de venganza y convertirse en admirable para su grupo de compañeros adolescentes. Había sido capaz de matar. En plena guerra civil salvadoreña este
ardor no cesó con aquella muerte. Contó hasta 124. No sé cómo pudo contarlas.
No sé con qué número empieza lo incontable. Pero él las contó, quizás en la
memoria o tal vez marcando muescas. Me
explicó todo esto y mucho más llorando, a veces balbuceando.
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