domingo, 29 de septiembre de 2013

Frangipani

En lo más alto de la colina, bajo la cual se desparrama Pemba, está el cementerio. Es tal vez el lugar más limpio y bien cuidado de la ciudad que enriquece su situación de privilegio.

El cementerio depara no pocas sorpresas. Está dividido en cuartos, cada uno de los cuales parece tener vida propia. Algunos tienen sus especificidades, otros solo existen por la necesidad de ir ampliando. Pero hay elementos comunes. Ya hemos dicho el de la limpieza. Otro es la no discriminación entre cristianos y musulmanes. Las tumbas de unos se alternan con las de los otros. Otro sería la presencia de los frangipanis, o también conocido como sajuancoche en Nicaragua. El árbol que es omnipresente en el cementerio, con distintas densidades en cuanto al número en los diferentes cuartos.  Sería el equivalente del ciprés de España. El frangipani es un árbol no muy alto, con copa y permanentemente florido. Por el contrario tiene relativamente pocas hojas, al menos en esta época del año. No sé cómo será cuando lleguen las lluvias.  En el  cementerio son de flores blancas y el que tengo en casa tiene las flores rosas. Las flores son discretamente olorosas y recuerdan de lejos al del jazmín. Los pétalos, en permanente recambio, caen al suelo y lo alfombran temporalmente. No tardarán en venir los empleados a barrer.

En uno de los cuartos, sin duda el más solemne, yacen los restos de los marineros británicos e indios que, con un portugués y un desconocido, fallecieron en una de las navidades de los años de la gran guerra.  Las sobrias lápidas con la elegante tipografía británica dan razón de cada uno de los soldados. En contraste en otro cuarto, también con acento militar pero mucho más sencillo, descansan los militares mozambicanos.  


El secreto de la limpieza y del cuidado tiene que ver con una historia de amor. Un portugués que perdió a su esposa sufraga los gastos de conservación y mantenimiento del cementerio para que el lugar esté siempre perfecto en honor a la mujer que tanto amó. La tumba de ella es tal vez la que más destaca sin ser extremadamente ostentosa. 

Seguro que no me leerán pero agradezco mucho la compañía y las explicaciones que me dieron los empleados y responsables de mantener este lugar tan bello. Incluyo una foto de ellos.












2 comentarios:

  1. Els cementiris sempre em semblen un espai tant especial !!! Em produeixen tant respecte !!!

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  2. Tens tota la raó. És com entrar a la dimensió desconeguda. I fer-ho sense una aparent causa és diferent que fer-ho en ocasió d'una cerimònia. Res a veure.

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