jueves, 19 de septiembre de 2013

Casa

Cada día recibo al menos dos regalos. Son dos palabras. Una procede de “A Word a day” y la otra de “RodaMots”, una inglesa y otra catalana. En estos correos viene un regalo adicional en forma de frase. El de hoy, en RodaMots, me ha tocado.  Dice: Mis viajes son viajes a la búsqueda de mí mismo y de mi relación con el mundo. La casa es el lugar en el que nos encontramos en equilibrio, como una especie de vientre materno, donde estamos protegidos. Si viajo es porque no tengo una casa. (Theo Angelopoulos, cineasta griego, 1935-2012)

Theo Angelopoulos  hizo una de las películas más hermosas que he visto: Ulysses‘ Gaze.   Es la de un hombre que va a la búsqueda de otro, un cineasta. Recorre los Balcanes en los años de la desolación.  Pero puede ser que en realidad fuera a otra búsqueda. O se encontrara buscando. O buscándose. Como un viaje a una Itaca particular.

Des esta película no hay que olvidar la magnífica música de Eleni Karaindrou. Poco después de verla compré el disco y lo ponía frecuentemente. Había quién lo escuchaba y lloraba. Me gustaba ver y sentir aquel llanto. Aquellas lágrimas generosas que se derramaban sin dolor. Solo con emoción. Luego, más tarde, volví a ver y sentir este tipo de lágrimas. Son lágrimas buenas. No caen. Saltan como si brotaran o brotan como si saltaran. Nunca he llegado a aclararlo. 

A veces sueño con habitar una casa de ventanas grandes y techos altos, pero no tenerla es también un sueño… un sueño a la intemperie.


En el paseo del atardecer, al lado del mar, con las olas rompiéndose en las rocas, la luna ha aparecido, enorme, roja…


2 comentarios:

  1. A veces pienso que mi casa es realmente mi cuerpo, ahi vivo, y la debo cuidar, y lavar... Y mimar... Es el único espacio donde habito yo sola !!

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  2. Y yo sin embargo siento que mi cuerpo me vive y que no pocas veces debe estar a punto de enloquecer...

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