domingo, 13 de octubre de 2013

Zerwal

Zerwal salió a los 14 años hacia Lisboa. Allí llegó a casa de un repatriado portugués que lo acogió en su casa pensando en las posibilidades del  muchacho. Pemba, en los principio de los años 70 del siglo pasado, no tenía demasiado que ofrecer a una joven alma inquieta que parecía querer más de la vida que el horizonte de aquel pedazo de país parecía ofrecerle. En Lisboa creció y se formó. Y él añadiría que respiró y vivió. Musulmán cómo era osó y pudo viajar por Israel a principios de los 80. Una familia, amiga de sus protectores que residía en un kiboutz cercano a Haifa, le ofreció espacio no solo para vivir y trabajar protegido, sino para mostrarle un país, más que en construcción, en ebullición. Aquellos meses fueron de aprendizaje, en el más amplio sentido de la palabra: Fueron también la antesala temporal que lo conduciría a Marieme.  Marieme fue la mujer que sus familias habían acordado que sería la suya para toda la vida. Y no se equivocaron. Ella es  aún su compañera fiel. La boda y algunas semanas en Mozambique no lo distrajo que su futuro estaba en Portugal. Allí fueron. A la nueva casa, a veinte minutos en coche del Estadio da Luz, la casa del Benfica, el club de sus amores. En Lisboa creció la pareja y crecieron los hijos de la pareja, varón y mujer, que crecieron hasta la edad en la que repitieron, con otras condiciones y en otro contexto la historia del padre. A los 14 años de los chicos, partieron rumbo a Inglaterra, a continuar los estudios. El matrimonio consiguió trabajo en una de las cadenas más importantes de procesado de pollos siguiendo las normas Hallal en Norwich, en el condado de Norfolk.  Allí sus hijos crecieron y se educaron en los excelentes colegios y en la universidad  de East Anglia. Después de del hallazgo de gas en Cabo Delgado decidieron venir para que sus hijos tuvieran oportunidades de trabajar en las empresas de la industria extractiva. Hoy están con un pie en Mozambique y otro en los Estados Unidos. La esposa de Zerwal ha abierto un Take Away, limpio, sabroso, sencillo y rápido cerca del campo de deportes.En el sirven ricos kebabs, shawarma y perritos calientes con patatas fritas. A medida que pasan los meses se dan más cuenta que extrañan Europa y que tienen ganas de regresar. 

Lo que acabo de escribir no hace justicia a nada de lo que realmente ha ocurrido. La entrada es infinitamente corta para lo que hay detrás. No he dicho nada de los motivos del colono portugués que viendo la inminencia de la guerra de la independencia decide salir y llevarse al muchacho. No he explicado porqué el muchacho acepta, ni porqué su familia consiente. No he hablado sobre cómo transcurrió la adolescencia lisboeta y como se integra un muchacho mozambicano allí. Tampoco he mencionado cómo surge la idea de ir a Israel, lo que pasa en el kibutz y porqué a la mujer de Zerwal no le hace ninguna gracia que él se refiera a aquellos meses. No he contado nada sobre cómo se fragua la preparación que sus familiar realizan de su matrimonio, con las distancias tan grandes que hay entre ellos. No he dicho cómo se produce la integración de Marieme en Lisboa y que ocurre para que ella acabe diciendo que Lisboa es la ciudad que más ama del mundo. No he dicho nada del nacimiento y crianza de los chicos ni del fanatismo de Zerwal por el Benfica. Tampoco de la decisión de ir a Inglaterra, ni de las condiciones de trabajo en Crown Chicken Ltd y de lo que ellos realizaron allí que ha hecho que tengan en todo momento las puertas abiertas para regresar por su magnífica contribución. Tampoco he dicho nada de Norwich un de las ciudades más increíble de Inglaterra, ni de los secretos que esconde su catedral o sus incendios, ni de los poetas que la glosaron. No he mencionado que estudiaron sus hijo,s ni que hacen en las compañías para las que trabajan. Y sobre todo porqué extrañan tanto Europa. En fin… que no he contado nada de nada.


Y mientras me lamento por todo esto, ardo en ganas de escribir y saber más de ellos y sé que no podré hacerlo, que la tarea sería inmensa. Que requeriría mucha más vida que la que tengo y más talento y muchas cosas más. 



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