domingo, 2 de marzo de 2014

Esperanza


Una cinta de tierra, maltrecha por las lluvias, espera a esta hora. Pasaremos por varias aldeas. Seguramente nos cruzaremos con garimpeiros que, con sus palas y bateas, irán a lavar arena. También adelantaremos aquellas filas de mujeres, que cargan sobre sus cabezas los aperos y la azada, de camino a las machambas. En el término de la distancia estaré reunido en un barracón del hospital de Namuno. Aquel del que explicaba anoche la casa de espera. Una sábana vieja y poco blanca, con la palabra hospital escrita cuatro veces, será la pantalla sobre la que proyectaremos una tabla de Excel en la que trabajaremos toda esta mañana de domingo.  Después, puede que el regreso. Ahora amanece. No sé cómo será el día. Está ahí fuera, esperando. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario