Vado
Hoy no hemos
podido llegar a Balama. Ha llovido mucho todos estos días y particularmente
esta noche pasada. Uno de los ríos que atraviesa la carretera ha desbordado el
vado que permitía superarlo y ha roto la vía. Hemos tenido que dar marcha
atrás. Mañana será otro día. Si todo va bien será en Namuno, pero esta noche no
tenemos la certeza de como estarán las carreteras. Ya se verá. Hace muchos
años, según cuentan, que no llovía tanto. El tiempo es fresco y por la noche,
en Montepuez, casi se pasa frío.
En el lugar en el
que se ha agrietado la carretera estaba, entre otras muchas personas, Antonio.
Antonio lleva toda su vida en Mozambique. Su padre era un colono portugués y él
decidió quedarse tras la guerra de la independencia. Su casa está muy cercana
al río y tiene un buen terreno que le provee de lo necesario. Hablamos un poco.
Veo que tiene una lesión en la piel entre la nariz y el ojo derecho. No tiene
muy buen aspecto. Me pregunta que hay que hacer con ella. Le respondo
preguntándole si le puedo hacer una foto. Acepta. Se la hago y cuando regreso
se la envió a mi amiga Laura que es dermatóloga. Confirma mis sospechas y me
dice que requiere un tratamiento quirúrgico. Veremos dónde, cómo y cuándo. No
está fácil. Maputo está verdaderamente
lejos en muchos sentidos.
Hoy tampoco hay
luz. Apenas internet. Pronto van a desconectar el generador. No sé si dará
tiempo a enviar este post. Todo está tan frágil. Parecen unos días de derribo, pero los veo de construcción. Ya nada es igual, se transfiere para crecer, para la libertad, para ser autónomo y solidario. Ojala que para la alegría. Como decía, mañana más y todo nuevo.
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