lunes, 29 de julio de 2013

Portugués

Otro tema de la vida cotidiana es el idioma. Aquí, aparte de las lenguas autóctonas como makúa, el makonde y el mwani, el idioma de comunicación es el portugués. Y es en el que tengo que desenvolver la mayor parte del día, tanto en el trabajo como fuera de él. El portugués nos es muy próximo por la fonética, la gramática y hasta diría en la construcción de las frases. La tentación de hablar portuñol es demasiado grande como para no combatirla con ahínco. Esto quiere decir que paso alguna parte del día estudiando la lengua.

Me ayuda una excelente gramática de Celso Cunha y Lindley Cintra, en la que no están exentas algunas discusiones sobre los usos de los diversos componentes de la lengua, y dos libros de Jorge Amado: Gabriela, cravo e canelaMar morto. Sé que vendrán otros libros que se han citado en algunos comentarios. Seguramente Mia Couto será uno de los autores a leer. Después está internet y la cantidad de estudios y trabajos relacionados con lo que hago.

Agradezco ahora tanto los viajes a Brasil donde daba clases en la Universidad Estadual do Ceará en Fortaleza. Los viajes a Portugal, en Lisboa y Beja. Madalena. Las lecturas de Jose Saramago y el recuerdo vivo de El viaje del elefante, La historia del sitio de Lisboa y muchas más, sin olvidar que me queda pendiente el Memorial del Convento, en la lista desde hace poco. También, Jose y Pilar. Las músicas y canciones de Madredeus, Amalia y Zeca del lado de por aquí y las de Caetano, Vinicius, Toquinho o Maria por el lado de allá. Me dejo muchos nombres, pero no se trata aquí de hacer un inventario. Solo unos pocos, pero buenos, que evocan un manantial de sones y palabras con lo que he vivido casi desde siempre y que me siguen saciando.


Tenho então a oportunidade de dar a volta, grato, língua para língua. Com respeito, com amor e com trabalho. Talvez eu tenha o sotaque catalão ou moçambicano, mas que bom este sotaque ...

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