lunes, 19 de agosto de 2013

Martí

No sé si existe la felicidad en esta vida. Seguramente, cuando decimos esto, alguien dirá que es producto de la inconsciencia o de no mirar suficientemente alrededor. Pero lo que sí hay son momentos felices.

Hoy he tenido uno de estos y de los más grandes. De estos que pasan pocas veces y que por esto son tan especiales, tan dichosos. Casi que uno no puede ni describirlo. Me he puesto a escribirlo temprano para ir destilándolo través de los dedos de la mano. La alegría que viene del corazón va directa al semblante. Escribirlo ya es un proceso más largo. Del corazón a la cabeza, de la cabeza a los dedos, de aquí a las teclas y a este especial trozo de papel que es la pantalla y que se trasforma en eso que llega a tus ojos y de aquí, de nuevo, otro camino. Quién sabe qué llegué y cómo llegue. Pero esto me importa bastante menos que lo que sale.

Se llama Martí y ha llegado al mundo. Bienvenido! Gracias Bàrbara y Pau por hacerlo posible. De nuevo sigue extendiéndose esperanzadoramente la esperanza con la que llega cada nuevo ser a la vida. Y ahora... a acompañarlo en el camino. Para que pueda ser lo mejor que pueda, quiera, sepa ser… Nada fácil el reto. Pero adelante, con todo!  

Y a ti te deseo que luches hasta el cansancio por ser un ser humano digno de tal nombre y decirte que vivir vale la pena, a pesar de todos los pesares. Estaremos cerca, te acompañaremos, que no estás solos, que estás con los que tienes y con los que vendrán. Aprenderemos a quererte más como empezamos a hacerlo desde que supimos que venías. Aprenderemos de ti como tú aprenderás de nosotros. De nuestros aciertos, de nuestros errores y de nuestras dudas.

Nuevamente la distancia no quita un ápice de felicidad al momento. En gran parte porque uno es co-creador del  instante. Un instante que está hecho de recuerdos de lo vivido en propia piel, de lo aprendido, de lo recreado, de lo deseado, de la conexión con la verdadera esencia del ser, desde el instinto. Claro que la tecnología ayuda y haber podido hablar y sentir tan cercana las voces y lo que estas transmiten permiten una presencia casi completa. Solo con las pocas palabras, tan llenas, basta ahora. Lo dicen todo. Y a contar. A contar los días que faltan para sentirlo en plenitud. Y a contar a los demás, a compartir la alegría.

Ahora, de nuevo con la red misteriosa que se teje en estas ocasiones, me dejo mecer con las emociones y felicitaciones que me llegan de todos lados. Con los recuerdos de momentos parecidos, quizás los más intensos que nunca sentí antes. Serán para tener y dar fuerzas nuevas a todo lo que ha de venir.


Ahora sigo teniendo un nombre y una nueva función, la de abuelo. 

6 comentarios:

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  2. Moltes, moltes felicitats: AVI!!
    Quina alegria més gran

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  3. Felicitaciones JL!!!!... Qué buena noticia!!! Les deseo lo mejor!! Muchos cariños!

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  4. Precioso escrito ... Felicitats AVI !!! Extensivas a los papás de Marti... Que cuando sea mayor se va a emocionar con tu escrito de hoy !!!

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